13 Consejos para perder la "barriguita".
¿No estás cansada de esconder esa barriga prominente con
ropa holgada? ¿O de sufrir el martirio de usar faja o ropa que te queda
incómoda y apretada? Ya sabes que toda esa grasa que se ha ido acumulando en el
área del vientre te hace sentir poco atractiva, perjudica tu salud y hasta te
dificulta realizar las tareas de tu vida diaria. Para reducir esas libras y
pulgadas de más es urgente que sigas un plan para bajar de peso, poco a poco y
de forma saludable, quemando más calorías de las que consumes, elevando el
nivel de tu metabolismo y reduciendo la grasa corporal general.
Aquí te damos
13 consejos para que logres esa meta.
1. Sigue una dieta baja en calorías y aumenta la
actividad física. Si disminuyes 500 calorías al día, lograrás reducir unos 500
gramos por semana (alrededor de 1 libra), garantizando una pérdida gradual del
peso extra. Lo ideal es que este tiempo te sirva de entrenamiento para aprender
a comer mejor a largo plazo y para siempre, y así no recuperes el peso perdido
una vez que termines la dieta.
2. Para quemar rápidamente las calorías que
consumes tienes que elevar tu metabolismo. Para lograrlo, tienes que
aumentar tu nivel de masa muscular— así que además de una rutina de ejercicios
aeróbicos, incorpora al menos dos veces a la semana una rutina para fortalecer
los músculos. Los ejercicios abdominales te ayudarán a mejorar la firmeza y
tonicidad del área, pero para aumentar el gasto metabólico tienes que trabajar
todos los grupos de músculos del cuerpo: abdomen, piernas, glúteos, pecho,
espalda y brazos.
3. Incrementa la intensidad de los ejercicios
aeróbicos, pues el metabolismo aumenta hasta varias horas después de realizar
los ejercicios. El ejercicio de alta intensidad aumenta el gasto energético y
durante más tiempo. Así que intenta elevar el nivel de intensidad de tus
aeróbicos (correr o trotar en lugar de caminar, por ejemplo), o intercala
intervalos de alta intensidad con otros de intensidad baja o moderada.
4. Come más frecuentemente y evita los ayunos y
las dietas muy bajas en calorías. Reducir excesivamente las calorías acostumbra
al cuerpo a la escasez y lo hace más eficiente a la hora de trabajar con menos
“combustible”.
5. Ingiere comidas más pequeñas cada 3 ó 4 horas
para mantener alto el nivel de tu metabolismo.
Ingerir alimentos más a menudo no significa comer “de más”. Reduce las porciones y escoge los alimentos inteligentemente: evita los de alto contenido de azúcar y grasa y por lo tanto, de calorías. Buenas opciones son las frutas, las verduras y el yogur natural.
Ingerir alimentos más a menudo no significa comer “de más”. Reduce las porciones y escoge los alimentos inteligentemente: evita los de alto contenido de azúcar y grasa y por lo tanto, de calorías. Buenas opciones son las frutas, las verduras y el yogur natural.
6. Aumenta el consumo de agua (bebe toda la que
puedas, con un mínimo de 8 vasos al día).
7. Toma té verde, ya que incrementa el gasto
metabólico durante varias horas. Evita endulzarlo con azúcar y miel para
no aumentar las calorías.
8. Come suficiente proteína. El cuerpo utiliza
más calorías para digerir la proteína que para digerir grasas o carbohidratos.
Elige una fuente rica en proteína, pero baja en grasa, como las carnes magras
de res, pollo, pescado, frijoles (porotos, habichuelas), lentejas, leche o
yogur. Acompáñalos con frutas, verduras y cereales.
9. Duerme lo suficiente. Si no lo haces,
acumularás más grasa en el estómago. Según estudios recientes, las personas que
no duermen lo suficiente tienen un 70% mayor probabilidad de sufrir de sobrepeso.
La explicación es la siguiente: la leptina es una proteína que le indica al
cerebro que el cuerpo ha recibido suficiente alimento y se encuentra
satisfecho, reduciendo así la ansiedad de comer. La escasez de sueño reduce la
producción de leptina, lo que resulta en un aumento del apetito y de las libras
(kilos) de más. No sólo eso, la escasez de sueño reduce además la capacidad de
producir la insulina que controla los niveles de azúcar en la sangre. De nuevo,
esto provoca que los depósitos de grasa sean tan irregulares como los del
azúcar. Así que deberás distribuir tu tiempo diario para incluir tanto la
actividad física como el descanso necesario.
10. Consume un desayuno rico en fibra (pan integral o
cereal de avena).
11. Evita la comida chatarra (basura) que contiene altos niveles
de grasa y de sodio.
12. No tienes que dejar de ir a tu restaurante
favorito, sino aprender a seleccionar del menú los platos más indicados para tu
nuevo estilo de vida: carnes a la plancha y una ensalada variada son buenas
opciones. Si no puedes resistirte a ordenar un postre, modera las porciones e
incrementa el nivel de ejercicios de ese día.
13. Incrementa el consumo diario de frutas frescas y
verduras y convierte esto en un hábito.
Ya verás que con ajustes en la alimentación, ejercicios y
fuerza de voluntad te librarás del exceso de grasa de tu barriguita para
siempre.
Y sobre todo, no pierdas nunca tu buen humor.
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